Mencionaba anteriormente que en el proceso
para elegir gobernador en Colima, el candidato del PAN enfrentaba a un PRI muy
unido con un candidato nada malo. Puse algunas cifras de lo cerca que ha estado
históricamente el blanquiazul de ganar ese estado y cómo al final, por alguna razón,
no se les ha dado el resultado.
A treinta y tres días de la elección, es
un hecho que Nacho Peralta y el PRI se llevan nuevamente la gubernatura. La
razón es simple: el 5% de intención de voto por Leoncio Morán, expanista postulado
por Movimiento Ciudadano. Es un porcentaje pesado como una losa para Jorge Luis
Preciado y el PAN en Colima. Es lo que necesitan para darle la vuelta y no lo
tienen. Ni lo tendrán.
Lo mismo sucede en Nuevo León. Lo único
que puede evitar que Ivonne y el PRI ganen nuevamente la gubernatura es el voto
útil. Y si esto sucede el triunfo no sería para el PAN, que con Felipe de Jesús
Cantú está en tercer lugar, a diferencia del Bronco que, posicionado como lo
está en segundo lugar, capitalizaría en su favor un hipotético voto
antipriísta. Y si Cantú está en tercer lugar no es por culpa del PRI ni del Bronco, sino de Fernando Elizondo, un hombre con una trayectoria íntegra, que ya no
milita en el PAN y que ahora está postulado por Movimiento Ciudadano, respaldado por
un buen número de simpatizantes.
De modo que al menos en estos dos
estados, el principal rival de los albiazules han sido ellos mismos. Algo se
hizo mal y ahora muchos de sus cuadros participan en otros proyectos políticos.
Y les están haciendo falta, aunque no lo quieran reconocer. Como el Bronco al
PRI en Nuevo León, precisamente.
En Michoacán por su parte, ronda sin el
menor rubor el fantasma del voto útil. Y el del voto diferenciado, como ya lo habíamos
también comentado. Una elección a tercios, como arrancó el proceso en el estado,
le conviene a la candidata del PAN. Precisamente en Michoacán, la aversión que
genera en las militancias perredistas y priístas y en un grupo de ciudadanos
sin partido la expone a que opere en su contra fenómeno del voto útil más que a
cualquier otro de sus contrincantes. Si no queda claro en la recta final quién
es el mejor posicionado para ganarle al albiazul y su candidata, vendrán las
confusiones, los manotazos y al final, el caos no redituará ni a uno ni a otro
y es donde ella se puede colar.
Sin embargo, siendo la única posibilidad
para ella, es poco probable que suceda. Silvano comienza a despuntar (a
competirle a ella, dirán los albiazules) y Chon empieza a rezagarse. Entre que
si será cierto o no, pero comienza a hacerse realidad el corrillo que señalaba
que la negociación ya estaba pactada allá arriba, muy arriba, y que Michoacán
era para el PRD y su candidato Silvano. Eso y que de plano, Chon es un
candidato anacrónico. Le pone garra pero no le ayuda ni el tono de voz, de
plano.
Veremos entonces cómo procesa el PRI
estatal la cargada en favor de Aureoles, si no es que ya la conocen. Y sabremos
si radiopasillo tenía razón: en Michoacán el gobierno del estado es para el PRD
de Silvano con espacios para el PRI; quizá alguna dependencia para los panistas
de Madero. El congreso estatal repartido entre el PRI y el PRD; alcaldías para
el PRI y una que otra para el PAN de Madero. Diputados federales para el PRI y
todos tienen chamba.
¿Y la capital del estado apá?
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